octubre 20, 2014

Me dejo al quedar embarazada

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Esta es mi historia de amor o mejor dicho de desamor. Cuando tenía 18 años me mudé a otra ciudad. Al llegar a mi universidad me fui difícil acoplarme porque era bastante tímida y en mi nueva ciudad las chavas eran muy lanzadas, pero lo conocí a él, un chico maravilloso. Se llama Raúl, era el más inteligente de la clase y era bastante atractivo. Desde el instante que lo escuché hablar me cautivó. Se podría decir que fue amor a primer oído. Siempre me han cautivado los hombres inteligentes; pero a él no le paso igual conmigo.

Pasó el tiempo y poco a poco nos fuimos haciendo amigos, descubrimos que a los dos nos apasionaba la poesía, así que nos empezamos a llevar muy bien y a tener largas e interesantes charlas. Nos habíamos dado nuestros correos y no solo platicábamos en la universidad sino también por las noches por Skype. Para mí todo era un sueño sentí una conexión muy grande con él, nunca me había sentido así con ningún hombre.

Pasó más o menos un año y finalmente me pidió que sea su novia, yo me puse tan feliz y dichosa que sin dudarlo le dije que sí. Para mí todo fluía maravilloso, vivía en las nubes. Estuvimos así por 4 meses pero de pronto el empezó a ser indiferente conmigo, parecía que le aburría mi compañía, trataba de evitarme hasta que un día que íbamos a salir me dijo que no podía porque tenía un compromiso familiar. Yo le creí aunque intuía que pasaba algo más.

En vista que no salimos, decidí salir con mis amigas y resulta que lo encontré en compañía de otra chava. Yo me sentí realmente mal, él no me vio porque me oculte. Ese día sentí que todo mi mundo se venía abajo. Toda la noche llore y pensé en que decirle al otro día; pero por más que lo intente no le dije nada, pensé que él me daría una explicación y me pediría disculpas; pero no lo hizo más bien seguía más indiferente.

Yo lo confronté y le pregunte que ocurría y solo se limitó a decirme que no podía seguir más con la relación porque sentía que yo estaba muy enamorada de él y que él no podía corresponderme igual; que para él era muy difícil enamorarse, y que no me quería hacer daño porque yo soy una chava muy linda y que vale mucho. Yo me sentí morir, lo único que pude hacer en ese momento fue llorar y el me consoló diciendo que él me apreciaba mucho y no quería perder mi amistad.

Para mí fue duro aceptar eso, pero lo hice no me quedaba de otra. Se terminó el semestre y todas esas vacaciones yo la pase muy mal porque no lo veía; pero al llegar a clases nuevamente llego una nueva compañera, era una chava bastante inteligente y muy bonita. Él de inmediato puso sus ojos en ella, a mí casi ni me hablaba.

Pasaron los días y finalmente ellos se hicieron novios. Eso me devasto, era tan doloroso verlos juntos abrazándose y besándose, incluso él era más cariñoso y afectuoso con ella de lo que fue conmigo. Yo odiaba ir a clases porque sabía que los vería juntos.

Pasó el tiempo y mi madre sufrió un terrible accidente. La verdad, eso me puso peor. Estaba muy deprimida, ella estaba en cuidados intensivos en un estado crítico. Yo, obviamente, empecé a faltar a clases por estar pendiente de mi madre. Supongo que él se enteró de lo que me estaba ocurriendo, pero nunca me llamó si quiera a preguntarme como estaba mi madre o como me sentía yo.

En fin, la situación se alargó por unos dos meses hasta que gracias a Dios mi madre mejoro notablemente y salió del hospital. Pero yo que había faltado mucho a la universidad no pude pasar el semestre y lamentablemente lo perdí. Así que al siguiente semestre ya no éramos más compañeros.

Pasó el tiempo y lo veía de muy de repente por la universidad, él siempre con su novia muy felices y cariñosos. A mí apenas me saludaba.

Pasaron tres años y yo aún seguía amándolo, el termino la universidad y seguía con su novia. Yo en todo ese tiempo salí esporádicamente con chicos pero ninguno me llenaba como él lo hizo. Siempre pensaba en él aunque ya no me dolía como antes.

Al fin que yo ya estaba por terminar mi carrera, conocí un chavo, era muy simpático bastante gracioso y se mostraba muy interesado en mí. Es así que me propuso ser su novia y yo acepté. No lo amaba pero me gustaba su compañía; entonces un fin de semana fuimos de paseo a un pueblo costero que es bastante conocido, iba a ir con mis primos también, así que mis padres me dieron permiso.

Pero en este lugar, para mi gran sorpresa, lo encontré a él, a mi amado Raúl, era más de un año que no lo veía ni sabía nada de él; así que me dio mucha alegría verlo. Él también pareciera que le alegro encontrarme, ese día me lo tope por todos lados y el me invito en la noche a salir. Yo que estaba con mi novio no sabía que hacer; pero preferí mentirle y le dije esa noche que me sentía mal y el y mis primos se fueron a un antro, yo por mi parte quede en encontrarme con Raúl en la playa, me escape del hotel y me fui a la playa. La pasamos tan genial era como si el tiempo no hubiera pasado, charlamos tantas cosas incluso de poesía. Me sentía nuevamente en las nubes, y como él estaba solo supuse que había terminado con su novia, aunque preferí no preguntar. Esa noche paso algo maravilloso para mí porque hicimos el amor en la playa, para mí fue la experiencia más linda de mi vida. Yo nunca había estado con nadie y el hecho de que Raúl sea el primero era lo más maravilloso que me había pasado.

Al otro día tuvimos que partir, Raúl me pidió mi número y yo obviamente se lo di. Al llegar a la ciudad terminé con mi novio porque no quería hacerle daño, el acepto resignado aunque me dijo que no se rendiría que trataría de conquistarme porque yo le parecía una chava genial.

En fin, yo estaba muy ilusionada por Raúl. Me empezó a llamar y empezamos a vernos frecuentemente. Tuvimos relaciones unas cuantas veces, estuvimos así casi por tres semanas y yo estaba nuevamente enamoradísima de él. En una noche me decidí a decirle todo, pero me daba pena. Yo siempre había sido muy tímida así que le escribí un poema era algo largo pero ahí le contaba todo el amor que sentía por él.

Al día siguiente le llame para decirle que debíamos hablar y él me dijo que justamente él también tenía algo que contarme. En la noche nos encontramos, le dije que tenía algo que mostrarle y él dijo que también tenía algo que mostrarme entonces saco un estuche, al verlo supe de inmediato que era un anillo, no sé porque razón pero pensé que era para mí, casi lloro de la emoción; pero él de inmediato me dijo que lo había comprado hace meses, que era para su novia que ella llegaría en unos días de un viaje del extranjero y que le pediría que se casara con él, que estaba realmente enamorado de ella, que era la mujer de su vida, que nunca había sentido lo que siente por ella.

Yo me quedé en shock, me sentí terriblemente mal, casi no pude contener mis lágrimas, pero trate de disimular le dije que estaba muy feliz por él, y que le deseaba lo mejor, luego le dije que necesitaba ir al baño, pero lo único que hice en el baño fue llorar y llorar.

Como estaba demorando mucho, él había sacado de mi cartera mi poema, al regresar yo se dio cuenta que estaba muy mal, y además por el poema que ya lo había leído, sabía que estaba enamorada de él. De inmediato me pidió disculpas me dijo que no era su intención hacerme daño, que él me aprecia muchísimo pero como amiga que no quería que yo confundiera las cosas, que quisiera ser mi amigo y que yo vaya a su boda. Yo me repuse y le dije que no había problema, que seriamos amigos que le deseaba lo mejor del mundo y luego me fui de ahí.

Eso fue lo peor de todo lo que me había pasado. Me sentía muy mal, entre en una terrible depresión y no salí de mi casa por varios días. Él no me llamó nunca más, y yo tampoco a él, es más hasta cambie mi número.

Pasaron algunos meses y yo me entere que se había casado y que era muy feliz. Traté de reponerme y empecé a hacer nuevamente mi vida. Coincidencialmente el chavo al que deje por Raúl me empezó a buscar y salimos nuevamente. La verdad, la pasaba muy bien con él, el me hizo olvidar un poco de Raúl, pero me di cuenta que él no quería nada serio. Me empezó a insinuar que tengamos sexo y yo pensé que si lo hacía me olvidaría definitivamente de Raúl. Tomé una decisión muy precipitada y finalmente tuvimos sexo una única y sola vez, y pasó lo inesperado: quede embarazada.

No lo podía creer, era como si todo se me venía abajo, no era posible que esto me ocurra a mí. En cuanto lo supe, sabía que debía tenerlo porque siempre he estado en contra del aborto, no podría matar a un indefenso niño y menos a mi propio bebe. Entonces pensé que me tendría que casar con aquel chavo sin quererlo, pero que lo haría por darle un padre a mi hijo.

Pero estaba tan equivocada, en cuanto se lo dije, él dijo que ese bebe no era de él y que me las arreglara sola, así que desapareció para siempre de mi vida. Tuve que afrontar todo sola, mi familia es muy conservadora y esto fue súper duro para mí, además porque todo el mundo juzga a las madres solteras como si fuéramos lo peor de la sociedad.

Ahora mi bebe ya tiene seis meses, no me arrepiento de haberlo tenido. Es la persona que más amo en el mundo y sería capaz de dar mi vida por él. Yo trabajo para mantenerlo y no tengo el apoyo de nadie. Estoy sola, sé que Raúl está muy bien con su esposa y el papá de mi hijo también ya está casado. Solo pienso en sacar a mi bebe adelante. No quiero enamorarme nunca más y lo unico que anhelo es hacerlo muy feliz a mi bebé, ya que yo no pude serlo.

Fuente: historiasdeamor.es

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