octubre 23, 2014

La estrella que nunca consegui

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“Eres la estrella que siempre quise tener y nunca la conseguí… Eres la luz de mi vida, la guía de mi camino, el olor de una flor marchita… Eres mi vida, eres mi estrella, eres mi luz…”

Pues ahí estaba el ahí estaba yo…

Se llama Gabriel… Él se había convertido desde que entre a la prepa en mi mejor amigo, era el único hombre en quien podía confiar de verdad, me hacia reír, a veces platicábamos y escuchábamos música cuando se “supone” debíamos “trabajar en equipos” todo era genial, incluso yo le contaba sobre los chicos que me gustaban, yo le conté sobre mi ex free de la secundaria a quien yo aun consideraba ingenuamente mi primer amor aunque ahora se que yo no había conocido el amor hasta entonces… Me daba consejos me escuchaba me abrazaba ¡Todo!

Por supuesto yo no era la única a la que abrazaba el era muy lindo con todas las chicas, ustedes saben esa clase de chico “perfecto” que todas las chicas adoran y para mi era solo un amigo.

Cuando entre al segundo semestre me metí a baile y para mi sorpresa y el de el resto el también fue bastante divertido, todos nos la pasábamos de lujo. Y teníamos que hacer un musical… Regresando al punto, el día de las madres la preparatoria hace un festejo para ese día y bailamos una coreografía de la obra ese día mas tarde les tocó cantar a los chicos que participaron en un concurso de canto en el cual él fue y quedo en segundo lugar. No era la primera vez que lo oía cantar, de hecho la primera vez sentí también un curioso cosquilleo pero no le di importancia.

Aquí fue diferente, de repente me clave en sus ojos y no pude despegar mi mirada de el hasta que dejo de cantar. Supongo que me vi como tonta pero en ese momento yo me di cuenta de que sentí algo nuevo jamás había sentido antes en mi vida. Era emocionante, increíble, fugaz, todo era perfecto… ¿Pero estaba enamorada? ¿Realmente enamorada?

Pasaron dos semanas y entre mas lo abrazaba entre más hablaba con el mas feliz me sentía y me di cuenta de lo mucho que lo empecé a amar y por supuesto aparecieron los famosos celos. Aunque lo disimulaba bien, cada vez que abrazaba a otra me sentía terrible lo peor era que mi sospecha cada día se hacia mas grande. Él no me iba a amar solo soy una amiga para él. Siempre lo supe. Una parte racional mía me dijo desde el principio pero no quise hacer caso, toda mi vida anhelaba conocer el amor verdadero y ahora lo encontré pero a que precio lo estaba pagando.

Hoy llego a la conclusión de que no sólo no me ama ni me amará nunca sino que de repente se ha vuelto distante, no me atrevo a decirle nada ni reclamarle pero ahora se que debo hacer: Debo alejarme de el, solo falta 1 semana para que acabe segundo, me cambiare de grupo, y me cambiare de baile a teatro, ¡eso haré! Y no solo para alejarme de él sino en general porque no me siento bien ahora que me he dado cuenta de que mis “amigas” en realidad no son tan sinceras como se decían y he descubierto mi pasión por el teatro.

Ayer en la tarde hable con Rodrigo, es un chico lindo que estaba en la misma generación de tercero en secundaria, nunca le hable en la escuela, lo conocía porque estaba en el grupo de mi mejor amiga, nunca me fije en él de ninguna manera pero el ultimo día de clases de secundaria yo estaba desconsolada (otra historia búsquenla en la pagina se llama el amor que casi me mató) y el sin que nos hubiéramos hablado antes fue a despedirse y consolarme. Fue un lindo gesto en ese momento creo que después de eso solo hablamos una o dos veces en Facebook pero de eso en fuera pues no, le hable por chat para invitarlo a la obra del martes pero respondió un día después (ayer) y empezamos a hablar, hasta ahora todo esta muy bien es decir no digo que quiera con el o lo vea como una “posibilidad” aun esta muy reciente lo de Gab pero no sé, un buen amigo siempre es necesario, ¿no creen?

En fin. Escribí esta breve carta que le daré el último día de clases:

G:

No quiero molestarte con esta carta, se que estarás algo extrañado sobre esto pero te lo diré así: Te quiero. Si, así es, simple y claro como el agua, desde hace unas semanas que empecé a sentir esto, lo siento, pero nadie puede atar a un corazón estas de acuerdo? Tu mas que nadie sabes lo que es querer a alguien porque tu corazón ya tiene a alguien y ese alguien no soy yo me queda claro, sin embargo no te voy a escribir sobre dilemas amorosos … sino de algo mas puro aun de amistad, independientemente de que te quiera (me gustes) yo a ti ya te quería de antes como aun hermano, una gran amistad, tu me has apoyado y no sabes cuanto! Por ahora solo quería confesártelo pero espero que esto no arruine nuestra amistad aunque ahora que lo veo y que recuerdo hay algo que debo decirte… me has decepcionado como amigo… la verdad te repito confiaba mucho en ti y cuando te necesitaba como amigo te alejaste de mi… no se me heriste pero al final debo darte las gracias por eso, me hiciste mas fuerte, espero que con el tiempo volvamos a ser como antes y puedes confiar en mi, sin mas pues me despido mi querido amigo.

Te quiero
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octubre 20, 2014

Me dejo al quedar embarazada

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Esta es mi historia de amor o mejor dicho de desamor. Cuando tenía 18 años me mudé a otra ciudad. Al llegar a mi universidad me fui difícil acoplarme porque era bastante tímida y en mi nueva ciudad las chavas eran muy lanzadas, pero lo conocí a él, un chico maravilloso. Se llama Raúl, era el más inteligente de la clase y era bastante atractivo. Desde el instante que lo escuché hablar me cautivó. Se podría decir que fue amor a primer oído. Siempre me han cautivado los hombres inteligentes; pero a él no le paso igual conmigo.

Pasó el tiempo y poco a poco nos fuimos haciendo amigos, descubrimos que a los dos nos apasionaba la poesía, así que nos empezamos a llevar muy bien y a tener largas e interesantes charlas. Nos habíamos dado nuestros correos y no solo platicábamos en la universidad sino también por las noches por Skype. Para mí todo era un sueño sentí una conexión muy grande con él, nunca me había sentido así con ningún hombre.

Pasó más o menos un año y finalmente me pidió que sea su novia, yo me puse tan feliz y dichosa que sin dudarlo le dije que sí. Para mí todo fluía maravilloso, vivía en las nubes. Estuvimos así por 4 meses pero de pronto el empezó a ser indiferente conmigo, parecía que le aburría mi compañía, trataba de evitarme hasta que un día que íbamos a salir me dijo que no podía porque tenía un compromiso familiar. Yo le creí aunque intuía que pasaba algo más.

En vista que no salimos, decidí salir con mis amigas y resulta que lo encontré en compañía de otra chava. Yo me sentí realmente mal, él no me vio porque me oculte. Ese día sentí que todo mi mundo se venía abajo. Toda la noche llore y pensé en que decirle al otro día; pero por más que lo intente no le dije nada, pensé que él me daría una explicación y me pediría disculpas; pero no lo hizo más bien seguía más indiferente.

Yo lo confronté y le pregunte que ocurría y solo se limitó a decirme que no podía seguir más con la relación porque sentía que yo estaba muy enamorada de él y que él no podía corresponderme igual; que para él era muy difícil enamorarse, y que no me quería hacer daño porque yo soy una chava muy linda y que vale mucho. Yo me sentí morir, lo único que pude hacer en ese momento fue llorar y el me consoló diciendo que él me apreciaba mucho y no quería perder mi amistad.

Para mí fue duro aceptar eso, pero lo hice no me quedaba de otra. Se terminó el semestre y todas esas vacaciones yo la pase muy mal porque no lo veía; pero al llegar a clases nuevamente llego una nueva compañera, era una chava bastante inteligente y muy bonita. Él de inmediato puso sus ojos en ella, a mí casi ni me hablaba.

Pasaron los días y finalmente ellos se hicieron novios. Eso me devasto, era tan doloroso verlos juntos abrazándose y besándose, incluso él era más cariñoso y afectuoso con ella de lo que fue conmigo. Yo odiaba ir a clases porque sabía que los vería juntos.

Pasó el tiempo y mi madre sufrió un terrible accidente. La verdad, eso me puso peor. Estaba muy deprimida, ella estaba en cuidados intensivos en un estado crítico. Yo, obviamente, empecé a faltar a clases por estar pendiente de mi madre. Supongo que él se enteró de lo que me estaba ocurriendo, pero nunca me llamó si quiera a preguntarme como estaba mi madre o como me sentía yo.

En fin, la situación se alargó por unos dos meses hasta que gracias a Dios mi madre mejoro notablemente y salió del hospital. Pero yo que había faltado mucho a la universidad no pude pasar el semestre y lamentablemente lo perdí. Así que al siguiente semestre ya no éramos más compañeros.

Pasó el tiempo y lo veía de muy de repente por la universidad, él siempre con su novia muy felices y cariñosos. A mí apenas me saludaba.

Pasaron tres años y yo aún seguía amándolo, el termino la universidad y seguía con su novia. Yo en todo ese tiempo salí esporádicamente con chicos pero ninguno me llenaba como él lo hizo. Siempre pensaba en él aunque ya no me dolía como antes.

Al fin que yo ya estaba por terminar mi carrera, conocí un chavo, era muy simpático bastante gracioso y se mostraba muy interesado en mí. Es así que me propuso ser su novia y yo acepté. No lo amaba pero me gustaba su compañía; entonces un fin de semana fuimos de paseo a un pueblo costero que es bastante conocido, iba a ir con mis primos también, así que mis padres me dieron permiso.

Pero en este lugar, para mi gran sorpresa, lo encontré a él, a mi amado Raúl, era más de un año que no lo veía ni sabía nada de él; así que me dio mucha alegría verlo. Él también pareciera que le alegro encontrarme, ese día me lo tope por todos lados y el me invito en la noche a salir. Yo que estaba con mi novio no sabía que hacer; pero preferí mentirle y le dije esa noche que me sentía mal y el y mis primos se fueron a un antro, yo por mi parte quede en encontrarme con Raúl en la playa, me escape del hotel y me fui a la playa. La pasamos tan genial era como si el tiempo no hubiera pasado, charlamos tantas cosas incluso de poesía. Me sentía nuevamente en las nubes, y como él estaba solo supuse que había terminado con su novia, aunque preferí no preguntar. Esa noche paso algo maravilloso para mí porque hicimos el amor en la playa, para mí fue la experiencia más linda de mi vida. Yo nunca había estado con nadie y el hecho de que Raúl sea el primero era lo más maravilloso que me había pasado.

Al otro día tuvimos que partir, Raúl me pidió mi número y yo obviamente se lo di. Al llegar a la ciudad terminé con mi novio porque no quería hacerle daño, el acepto resignado aunque me dijo que no se rendiría que trataría de conquistarme porque yo le parecía una chava genial.

En fin, yo estaba muy ilusionada por Raúl. Me empezó a llamar y empezamos a vernos frecuentemente. Tuvimos relaciones unas cuantas veces, estuvimos así casi por tres semanas y yo estaba nuevamente enamoradísima de él. En una noche me decidí a decirle todo, pero me daba pena. Yo siempre había sido muy tímida así que le escribí un poema era algo largo pero ahí le contaba todo el amor que sentía por él.

Al día siguiente le llame para decirle que debíamos hablar y él me dijo que justamente él también tenía algo que contarme. En la noche nos encontramos, le dije que tenía algo que mostrarle y él dijo que también tenía algo que mostrarme entonces saco un estuche, al verlo supe de inmediato que era un anillo, no sé porque razón pero pensé que era para mí, casi lloro de la emoción; pero él de inmediato me dijo que lo había comprado hace meses, que era para su novia que ella llegaría en unos días de un viaje del extranjero y que le pediría que se casara con él, que estaba realmente enamorado de ella, que era la mujer de su vida, que nunca había sentido lo que siente por ella.

Yo me quedé en shock, me sentí terriblemente mal, casi no pude contener mis lágrimas, pero trate de disimular le dije que estaba muy feliz por él, y que le deseaba lo mejor, luego le dije que necesitaba ir al baño, pero lo único que hice en el baño fue llorar y llorar.

Como estaba demorando mucho, él había sacado de mi cartera mi poema, al regresar yo se dio cuenta que estaba muy mal, y además por el poema que ya lo había leído, sabía que estaba enamorada de él. De inmediato me pidió disculpas me dijo que no era su intención hacerme daño, que él me aprecia muchísimo pero como amiga que no quería que yo confundiera las cosas, que quisiera ser mi amigo y que yo vaya a su boda. Yo me repuse y le dije que no había problema, que seriamos amigos que le deseaba lo mejor del mundo y luego me fui de ahí.

Eso fue lo peor de todo lo que me había pasado. Me sentía muy mal, entre en una terrible depresión y no salí de mi casa por varios días. Él no me llamó nunca más, y yo tampoco a él, es más hasta cambie mi número.

Pasaron algunos meses y yo me entere que se había casado y que era muy feliz. Traté de reponerme y empecé a hacer nuevamente mi vida. Coincidencialmente el chavo al que deje por Raúl me empezó a buscar y salimos nuevamente. La verdad, la pasaba muy bien con él, el me hizo olvidar un poco de Raúl, pero me di cuenta que él no quería nada serio. Me empezó a insinuar que tengamos sexo y yo pensé que si lo hacía me olvidaría definitivamente de Raúl. Tomé una decisión muy precipitada y finalmente tuvimos sexo una única y sola vez, y pasó lo inesperado: quede embarazada.

No lo podía creer, era como si todo se me venía abajo, no era posible que esto me ocurra a mí. En cuanto lo supe, sabía que debía tenerlo porque siempre he estado en contra del aborto, no podría matar a un indefenso niño y menos a mi propio bebe. Entonces pensé que me tendría que casar con aquel chavo sin quererlo, pero que lo haría por darle un padre a mi hijo.

Pero estaba tan equivocada, en cuanto se lo dije, él dijo que ese bebe no era de él y que me las arreglara sola, así que desapareció para siempre de mi vida. Tuve que afrontar todo sola, mi familia es muy conservadora y esto fue súper duro para mí, además porque todo el mundo juzga a las madres solteras como si fuéramos lo peor de la sociedad.

Ahora mi bebe ya tiene seis meses, no me arrepiento de haberlo tenido. Es la persona que más amo en el mundo y sería capaz de dar mi vida por él. Yo trabajo para mantenerlo y no tengo el apoyo de nadie. Estoy sola, sé que Raúl está muy bien con su esposa y el papá de mi hijo también ya está casado. Solo pienso en sacar a mi bebe adelante. No quiero enamorarme nunca más y lo unico que anhelo es hacerlo muy feliz a mi bebé, ya que yo no pude serlo.

Fuente: historiasdeamor.es
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Los gritos del silencio

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Me llamo Emma y tengo una hermana melliza llamada Nicole, ella siempre ha sido la consentida de la casa. Normalmente los mellizos se parecen en todo, pero mi hermana y yo no: ella es mas linda que yo, es mas popular, siempre saca calificaciones mas buenas que las mías a pesar de que soy yo que le hago las tarea. En fin, es perfecta y por eso la odio y más ahora por lo que me hizo, pero mas me odio yo misma por forzar algo que me quitó lo mas apreciado: “la amistad”. Bueno, les haré la historia para que me entiendan mejor.

De pronto me vi en el salón de clases. Estaba sentada al lado de mi mejor amigo, hablando de mi fiesta de cumpleaños. Cumplía 13 años. En un momento me quede viéndolo fijamente y comencé a sentir un cosquilleo en el estomago. Pensé que era hambre porque ya se acercaba la hora del recreo, así que no le di importancia.

Mas tarde ese día ya en mi casa, mi papá me da una noticia: “Te voy a cambiar de escuela”. Antes, esa noticia no me habría importado, claro estaré dejando atrás a mis amigos, pero seria como una nueva aventura para mí; pero esta vez había algo mas que me detenía, sentí un dolor en el pecho, una nostalgia como si me faltara un pedazo de corazón.

Después de esa noticia subí en silencio a mi habitación y me puse a pensar ¿Por qué me dolía tanto marcharme?

No llegué a una explicación, así que deje de pensar en eso y lo olvidé. Era ya otro día, estaba en mi salón de clases como siempre cuando lo vi. El chico mas hermoso que podría haber visto mis ojos en toda mi vida. No lo podía creer, era Santiago (mi mejor amigo). No podría ser cierto, no me gusta, me repetía constantemente.

Ese día fue tan diferente a todos los demás, era el día mas hermoso era el día perfecto. Llegué a casa con una sonrisa tan grande que todos lo notaron y no tardaron en preguntar que me pasaba, yo siempre desviaba la respuesta, y así pasaron los dos semanas, dos semanas de las mismas sonrisas.

Llegó mi cumpleaños. Fuimos un grupo de amigos a ver una película. Antes de mi fiesta, en el cine lo único que pensaba era en sentarme con él. Me imaginaba miles de escenas mías con él en la sala de cine y todas acababan en un beso. Ahí me di cuenta, que estaba perdidamente enamorada, nunca antes había tenido fantasías así y menos con el. Llegó la hora, entramos a la sala y logré lo que quería: me senté a su lado. Una amiga mía llamada Alejandra se sentó a mi otro extremo y arruinó completamente el plan. Resignada a que nada iba a pasar esa tarde, miré la película.

En media película, Alejandra se me acercó y me dijo que ella también gustaba de Santiago y que un día le preguntó de quién gustaba él. Y él le respondió: Nicole.

Mi hermana. Mi corazón se hizo pedazos. Sólo quería salir corriendo de esa sala. Aunque nunca tuvimos nada, me sentí traicionada. Ese fue un día en el que empecé a odiar a mi hermana, pero no del odio malo, sino que odiaba que el chico que yo amaba se fijara en ella. ¿Por qué ella y no yo? Esa pregunta retumba en mi cabeza y me atormenta constantemente.

Un nuevo año comenzó y volví a mi escuela. Mi padre decidió dejarme allí, extrañaba demasiado todo, así que llegue con la mejor sonrisa del mundo en mi primer día, sin miedo alguno porque todos eran mis amigos, o eso creía yo.

Entré al aula de clases y todos se quedaron mudos, nadie dijo palabra alguna, no esperaban verme. Inmediatamente, los alumnos nuevos y antiguos comenzaron a admirar la belleza de mi hermana. Nada nuevo para mi, lo único que me importaba era poder volver a ver a ”mi mejor amigo”. Los sentimientos que tuve ya se habían borrado o eso pensaba yo. Me senté a su lado en la clase y conversamos, todo como en los viejos tiempos. Retomamos la confianza que nos teníamos hace un año y nos empezamos a contar todo. Me pidió ayuda para conquistar a Nicole. En ese preciso momento, sentí el mismo dolor de hace un año: “No puede ser, no había borrado ningún sentimiento hacia él y ahora yo sabía su secreto, el secreto mas doloroso de guardar”.

Pasó el tiempo. Ya yo no quería saber nada de nadie, sólo quería que ese año escolar acabara lo más rápido posible y así no tenerle que ver la cara a nadie más. ´

Me fui alejando de Santiago y finalmente acabe sentándome al otro lado del salón para no estar cerca de él. Pasaron un par de meses, yo me sentía mejor, incluso comente a sentir algo muy fuerte por un amigo mio, era un alumno nuevo se llamaba Leonardo. Estuve un tiempo se podría decir enamorada de él, pero para mi mala suerte también le gustaba mi hermana Nicole. Así que me alejé.

!Sí, así fue, un dolor detrás de otro!

Un día una amiga llamada Hidelkis me dijo algo que cambio por completo mi perspectiva de ese terrible año escolar. Me dijo que Santiago gustaba de mí. Ese día fue el mejor, claro, hasta después de un tiempo.

Yo y Santiago nos hicimos novios. La relación fue pésima. Él sólo me hablaba por mensaje de texto, en clase no decía ni media palabra. Tampoco se sentaba al lado mio ni nada me sentí de lo peor. Ni cuando eramos amigos me trataba así, supongo que tenía miedo al igual que yo.

Tengo que admitir que se hizo algo incomodo. Luego de un mes, decidí terminar con él. Tuve dos razones para hacerlo: la primera es que su indiferencia me lastima y la segunda es que me sentía mejor siendo solo una amiga.

Aprendí que un amigo es un amigo y solo eso bueno en mi experiencia. Creo que confundí el amor de una amistad con algo mas fuerte al igual que él.

Actualmente no se podría decir que somos los mejores amigos. Nos hablamos, pero ya no como antes y eso no es lo mas terrible: La amistad que teníamos quedo totalmente arruinada y la confianza entre el y yo se fue lentamente.

Fuente: historiasdeamor.es
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octubre 16, 2014

Shmily, una historia de amor

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Mis abuelos estuvieron casados durante más de medio siglo. Desde que se conocieron, jugaron a un juego muy especial. La meta del juego era escribir la palabra “Shmily” en un lugar oculto para que el otro la encontrara. Hacían turnos dejando la palabra “Shmily” por toda la casa, y tan pronto como uno de ellos la encontraba, era el turno de esconderla para que la encontrara el otro.

Con los dedos escribían la palabra en la harina o el azúcar de los recipientes de la cocina para que la encontrara el que prepararía la siguiente comida. La escribían vidrios empañados de las ventanas que daban al patio donde mi abuela nos daba el pudín que ella misma preparaba. Escribían la palabra en el espejo del baño, donde aparecía después con la humedad de cada baño caliente. Una vez, mi abuela desenrolló un rollo completo de papel higiénico y escondió la palabra escrita al final.


La palabra “Shmily” aparecía por todos lados. Notas escritas apresuradamente aparecían en la guantera o el asiento del coche, o se encontraban pegadas con cinta en el volante. Las notas se escondían dentro de los zapatos o debajo de las almohadas. Se escribía en el polvo de la repisa o en las cenizas de la chimenea. Esa misteriosa palabra formaba parte de la casa de mis abuelos al igual que sus muebles.

Me llevó mucho tiempo apreciar completamente el juego de mis abuelos. El escepticismo me ha impedido creer en el amor verdadero, el amor que es puro y que perdura. Sin embargo, jamás tuve dudas de la relación de mis abuelos. Para ellos el amor no tenía secretos. Era más que sus pequeños juegos de coqueteo, era su modo de vida. Su relación estaba basada en una devoción y afecto apasionado que no todo el mundo experimenta.

Siempre que podían, mi abuela y mi abuelo se tomaban de las manos. Se robaban besos cada vez que se tropezaban en su pequeña cocina. Al hablar, uno terminaba las frases del otro y compartían el crucigrama y el acertijo diario del periódico. Mi abuela me susurraba al oído lo guapo que era mi abuelo, que se había convertido en un anciano muy apuesto. Hacía alardes de que ella había sabido “elegir”. Antes de cada comida, inclinaban la cabeza y oraban, maravillados por sus bendiciones: una familia maravillosa, prosperidad, y el tenerse el uno al otro.

Pero había una nube oscura en la vida de mis abuelos: mi abuela tenía cáncer de mama. La enfermedad le había aparecido hacía ya diez años. Como siempre, mi abuelo estuvo a su lado cada paso del camino. La confortaba en su dormitorio amarillo, que había sido pintado de ese color para que ella pudiera siempre estar rodeada de la luz del sol, aún cuando estaba muy enferma para salir afuera.

Ahora el cáncer estaba otra vez atacándole el cuerpo. Con la ayuda de un bastón y la mano firme de mi abuelo, iba con él a la iglesia todos los domingos. Pero mi abuela se fue poniendo más débil hasta que finalmente no pudo salir de la casa. Por un tiempo, mi abuelo iba a la iglesia solo, orándole a Dios que cuidara a su esposa. Entonces, un día, lo tan temido sucedió. Mi abuela falleció.

“Shmily” estaba pintado en amarillo en las cintas rosadas del arreglo floral del funeral de mi abuela. Cuando la gente comenzaba a salir, mis tías, mis tíos, mis primos y otros miembros de la familia pasaron adelante y se reunieron por última vez alrededor de mi abuela. Mi abuelo se paró al lado del ataúd, y tomando aire, comenzó a cantarle a mi abuela. A través de su dolor y lágrimas, surgió la canción, cantada con una voz profunda y un poco ronca: era una canción de cuna.

Temblando, abatida por mi propio dolor, jamas olvidaré ese momento. Porque supe que, aunque no podía siquiera imaginar la profundidad de su amor, sí tuve el privilegio de ser testigo de su belleza inigualable.

S-H-M-I-L-Y: See how much I love you?  ( ¿Ves cuanto te quiero?).

Fuente: Laura Jeanne Allen | Libro “Una luz en la noche” James Dobson.
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Mariposa negra

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Esta historia es tan real, como que tú estás leyendo esto. Hay una temporada en mi barrio de San roque, en Badalona, entre Noviembre, Octubre y Diciembre, existe una mariposa negra que revolotea por encima de la gente. Hace unos años, mi tía vio a esa mariposa volar, y días después, su padre murió.

Y no me acuerdo si antes o después de eso, un hombre murió extrañamente en su casa. Es una mariposa que al parecer, va propagando la muerte, allá por donde pasa.

Fuente: Recopilado de Internet
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octubre 12, 2014

La extraña luz

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Es una experiencia que quiero hacerles llegar por este medio. Esto fue lo que me ocurrió. Una madrugada del año 2003 no recuerdo a que hora, lo que si recuerdo es que a las 7 y media de la mañana tenía que ir a la escuela, estaba durmiendo profundamente en mi habitación con todas las luces apagadas, y de repente sentí un intenso calor que me recorría todo el cuerpo... me desperté porque era algo insoportable, me fijé en la estufa que estaba junto a la cama de al lado y estaba en posición piloto casi apagada.

Entonces me pregunté:

"¿Cómo es que siento tanto calor si la estufa esta casi apagada?".

Y de la nada en la pared cerca de la estufa y en frente de la cama esa, se aparece una luz como una bola de fuego en el aire, con una sombra en la pared como si fueran unas llamas vivas de fuego, como la sombra de una fogata con el color del fuego y todo, y me asusté y no me salían las palabras quería gritar pero mi voz apenas se escuchaba en la habitación de al lado donde mis padres estaban durmiendo, porque la luz estaba viniéndose hacia mi, y se venía cada vez más cerca, más cerca y yo retrocedía me fui alejando, hasta que la tuve en frente de mi cara y corrí hasta que llegué a encender la luz eléctrica de la habitación y miro y la extraña luz había desaparecido. Después de esta experiencia en mi cuarto no puedo dormir tranquila cuando recuerdo el suceso. Es que fue todo tan rápido, pero aquí amigos se lo he contado con detalles por si las dudas alguno pasó por lo mismo ya sabrá lo que se siente.

Fuente: Recopilada de Internet
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